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Diferencias entre el Agua Residuales Domésticas e Industrial y su tratamiento ideal

En la fotografía: Sistema DAF Quiport.

Entendemos como afluente al agua contaminada que ingresaría a nuestra planta para ser tratada, mientras que el efluente se entiende como el agua que sale al final del tratamiento con las características deseadas.

Conforme el afluente a tratar en las plantas de tratamiento, se pueden clasificar las aguas como  domésticas o industriales, así mismo las plantas se catalogan bajo esta concepción como plantas de tratamiento de aguas domésticas (PTARD), aquellas que van a tratar aguas del tipo doméstico que comprenden las aguas negras y grises, mientras que las ptar industriales (PTARI), son las que tratan aguas del tipo industrial, por ejemplo, de producción alimenticia, petrolera, minera, maderera, textil, florícola, sector transporte, automotriz, salud (hospitales, centros médicos, clínicas, etc.), producción cosmética, entre otros.

Las aguas negras son las que se generan por el uso de urinarios e inodoros, mientras que las aguas grises son el resultado del uso de lavamanos, duchas, lavandería, lavaplatos y preparación de alimentos.

Haciendo referencia al origen de las aguas negras, se espera que tengan alto contenido de materia orgánica (carbohidratos, urea, azúcares, grasas, proteínas, aminoácidos, etc.) y presencia de microorganismos patógenos (bacterias como Salmonella, coliformes, o parásitos como Giardia, Cryptosporidium, etc). Mientras que para las aguas grises se esperaría presencia de sustancias tensoactivas, grasas, aceites, restos de alimentos, etc.

Para las aguas industriales debido a la diversidad y complejidad de los procesos productivos de las empresas, se espera que existan todo tipo de sustancias químicas, presencia de patógenos y/o características físicas que deben evaluarse de manera particular para poder proponer una opción de tratamiento adecuado, y es en este momento cuando la caracterización del agua juega un papel importante en el diseño de las ptari.

Recordemos que las plantas de tratamiento de aguas residuales son sistemas en los cuales intervienen un conjunto de procesos físicos, químicos y/o biológicos que nos van a permitir retirar del agua, aquellas características físicas, microbiológicas o sustancias químicas que generan contaminación y que dificultan la posibilidad del reuso de este recurso hídrico ya sea para su utilización o la descargar de manera responsable al ambiente o al sistema de alcantarillado público.

Si bien es cierto que se podrían estimar valores para ciertos parámetros que son una representación de esa contaminación para poder diseñar una planta de tratamiento doméstica o residual, no es lo correcto, ya que cada afluente es variado y único, por lo tanto, una estimación incorrecta podría generar que la planta no logre su objetivo de tratamiento.

Adicional, es muy importante acotar que las aguas pluviales (aguas lluvias), no deben ser consideradas o incluidas como aguas para tratar en una planta, por dos motivos importantes: ya que por normativa nacional (Art. 5.2.1.5 del Anexo 1 Norma De Calidad Ambiental Y De Descarga De Efluentes Recurso Agua del Acuerdo Ministerial 097-A) está totalmente prohibido usar cualquier tipo de agua con el propósito de diluir los efluentes líquidos no tratados, lo cual al ingresar agua lluvia a la planta podría catalogarse como un intento de dilución para bajar la carga contaminante y por otro lado, nos aumenta el caudal a tratar y con ello aumentar la capacidad de tanques, bombas, equipos, etc, lo cual representa un incremento económico innecesario.

Por lo que estas deben encontrarse separadas para poder realizar el tratamiento de las mismas.

En ISA diseñamos y fabricamos Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Domésticas e Industriales; creadas a las medidas de las necesidades de nuestros clientes.

Cotice nuestros productos y servicios: 096 289 3806 / 02 380 1340/41/42 – in**@is*.ec

Ing. Karina Carrillo

Asistente Técnico

Ingeniería y Servicios Ambientales S.A.